El baile esta intimamente ligado a la música y el canto desde la antiguedad. Por esta razón, cuando la música y el canto empiezan a evolucionar hacia ritmos diferentes, más rápidos, el movimiento del baile tuvo que caminar en la misma dirección. Los pasos del la danza han quedado atrapados en la prisa, de la misma manera que la humanidad en estos tiempos.
Esta prisa moderna situa a la Danza Arabe en una fuerte y clara contradicción, pues el baile oriental ha sido siempre conocido por su quietud y dulzura. Y la contradicción es más notoria si consideramos los 3 estadíos por los que pasa toda actuación artistica relacionada con la música o la danza: 1. Frialdad, 2. Calidez y 3. Calor.
Las cosas han cambiado radicalmente pues actualmente es frecuente que las bailarinas arranquen sus presentaciones con una música estridente, fuerte y rápida.
Sería audaz afirmar que las bailarinas impusieron esta modificación, pues ellas se sujetan a los cambios de los ritmos musicales y las canciones modernas. La danza - desafortunadamente - hoy ha perdido naturalidad, viveza y espontaneidad al quedar atrapada en una serie de movimientos previamente calculados al detalle - COREOGRAFIAS -
Con esto casi ha desaparecido la libertad de movimientos, y la bailarina puede aportar pocas innovaciones a su presentación.